sábado, 1 de marzo de 2008

LA MUJER DISUELTA


(Viaje)

I


Porque me hundo en ti, lago de sombras
es tu cuerpo veloz agua que rueda
abriendo su torrente en dos orillas.

Porque me hundo en ti, soy lo que arrastras
en tu furia me llevas diluido
y me ablando en la lluvia, soy corriente
que a su paso abrirá nuevas riberas.

II


Soy agua junto a ti, estoy permeado
de tu líquida esencia presurosa
y donde va tu pie, se me derrama
la sed que por tu pie voy padeciendo.

Eres agua, lo sé; te bebo a mares
es lujuria tu pelo destilado
si cada que te toco se humedece
la mano primitiva donde tiemblas.

III


Eres agua, lo sé; lo sé, lo siento
pues tu cuerpo es el río donde empieza
la vida que me das y que yo tomo.

¿Cuál es el cauce, el lecho en que reposas?
¿Y qué represa o vaso te contiene?
Si cuando voy a ti, sólo eres jugo,
jugo de ti, donde beber es santo.

IV


Agua profunda, en superficie quieta
ahonda remolinos de la vista.
Agua profunda, que el mirar explora
y la mano se atreve sin asirte.


Agua profunda, curso interrumpido
estancamiento falso donde agitan
secretas linfas, giros expectantes.


Agua profunda, vaso medio lleno
medio vacío vaso, donde bebe
la transparencia líquida, tu acento.

V


Eres agua de amor, estoy ahíto;
y no apago la sed, cómo saciarme
si tu cuerpo te crece ola con ola.


Bañado en ti, bañado, sumergido
me desperezo, floto sin ahogarme
es tanta la fruición, sin empalago
que vuelvo a revolcarme en tus fluidos.


(Tornaviaje)

I bis

Voy cercando tu vientre con mis barcos
y tu vientre se extiende, marea baja
en el vaivén extremo de tu brote.


Voy cercando tus piernas con mis redes
y el pez piloto busca donde alzarse
donde arrojar su escama braquicéfala.


II bis

Voy cercando tus senos con arpones
con anzuelos sin mella hundo la carne
en tu pezón ardiente está manando
el aguamiel, delicia donde abrevo.


Voy cercando caderas por tus costas
anegando sin tregua mis bajeles
para regar sin mácula tu orilla.

III bis


Voy cercando tu pelo, eres corona
de frutas suculentas, fresca pulpa
donde chupar encuentra su contento.


Voy cercando tus manos que me cercan
y el apretón sincero de mis ansias
en tu caricia de agua se detiene.

IV bis


Voy cercando tus pies, islas floridas
en donde puerto alcanzo, tu cobijo.


Voy cercando tu boca y tus axilas,
de tus huecos los húmedos humores
la saliva candeal, sudor extremo.

V bis


Va cercando tu cuerpo, el artificio
de mi lengua serena, pero diestra
y toco, bramo, brusco, te penetro
y te aferras a mí, balsa sonora,
en tu más alto oleaje te suspendes,
te vienes, te detengo, nos hundimos
y vuelves otra vez a derramarte.

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